Para lograr la plenitud, es crucial superar nuestros temores. Estos pueden ser intangibles, como el miedo al fracaso o los miedos más físicos como el temor a las alturas. El primer paso para obtener la plenitud es reconocer cuáles son nuestros miedos. Una vez que los hemos descubierto, podemos comenzar a trabajar en vencerlos con determinación.